ONU y EE.UU. golpean al régimen de Ortega y Murillo, dice Dora María Téllez

La exguerrillera Dora María Téllez calificó como un “trago amargo” para la pareja gobernante de Nicaragua los recientes informes internacionales que denuncian violaciones a los derechos humanos y corrupción estructural en el país, tanto desde Naciones Unidas como desde Estados Unidos.

En su editorial semanal, Téllez analizó el impacto del informe presentado por el Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua (GHREN) ante la Asamblea General de la ONU, señalando que la contundencia del documento ha dejado al régimen “completamente aislado en la comunidad internacional”.

“Esta semana están tragando gordo los Ortega Murillo. El grupo de expertos de Naciones Unidas presentó un informe demoledor, basado en más de 1,900 entrevistas y más de 9,300 documentos. Todo está comprobado, sustentado, informado, y fue realmente un informe demoledor”, afirmó Téllez.

Según la analista, el informe del GHREN, creado en 2022 para investigar las violaciones cometidas en Nicaragua desde 2018, no solo fue presentado ante una comisión, sino ante la Asamblea de las Naciones Unidas, donde “está todo el mundo, todos los países”, lo que amplifica el peso político y diplomático de las denuncias.

Téllez destacó que la respuesta del régimen fue de negación y aislamiento. “El régimen de los Ortega Murillo dijo que era un informe apócrifo, pero se encontró completamente solo, defendido únicamente por Rusia, Bielorrusia, Irán, Venezuela y Cuba. Uruguay fue duro, México fue duro, y el resto de países fue absolutamente contundente en su condena”, subrayó.

El Grupo de Expertos de la ONU, agrega, pidió sanciones selectivas y procesos de enjuiciamiento ante la Corte Penal Internacional (CPI) para que los responsables de crímenes de lesa humanidad puedan ser juzgados. “El grupo fue clarísimo en decir que lo que pretende el régimen es silenciar dentro y fuera del país, establecer un régimen de terror, miedo, asedio, amenazas, desapariciones, ejecuciones extrajudiciales y represión transnacional”, recordó.

Téllez apuntó que el informe de la ONU coincidió con otro “golpe” proveniente de Washington. “Aquí los Ortega Murillo tienen dos puyas: una desde Naciones Unidas, que pide enjuiciamiento, y otra desde los Estados Unidos, que está planteando sanciones comerciales por las violaciones a los derechos humanos y el desmantelamiento del Estado de derecho”, expresó.

Según la disidente, cada vez que el régimen se siente acorralado internacionalmente, recurre a campañas de distracción.

“Cada vez que los Ortega Murillo están acosados, salen sus voceros dentro y fuera de Nicaragua a distraer la atención, atacar a opositores, a exiliados, a quienes denuncian o mantienen posiciones firmes contra el régimen. Es la misma estrategia de siempre: el silencio oficial y el ruido propagandístico”, analizó.

La historiadora calificó este momento como el más crítico del año para el régimen sandinista, señalando que tanto el aislamiento diplomático como las sanciones comerciales que se avecinan “ponen al orteguismo en su mayor nivel de vulnerabilidad desde 2018”.

“Este es el momento del trago amargo de la dictadura de los Ortega Murillo. No han dicho una palabra sobre las sanciones de Estados Unidos, y lo único que han hecho es aprobar leyes para dar beneficios a empresas, algo totalmente insuficiente ante la magnitud del problema”, sostuvo.

Téllez recordó además que el GHREN volvió a solicitar ingresar a Nicaragua, sin éxito. “El régimen tiene miedo, miedo de que dentro del país la comisión constate las violaciones a los derechos humanos. Ese silencio lo dice todo”, afirmó.

La excomandante guerrillera cerró su editorial recordando que mientras el régimen libera miles de presos comunes, mantiene tras las rejas a decenas de presos políticos.

“Esta semana volvieron a liberar a mil presos comunes. Ya van más de 8,400 en este año. Y mientras tanto, al que piensa lo echan preso, y al que roba, mata o comete femicidio, lo liberan. Esa es la Nicaragua que tienen los Ortega Murillo”, denunció.

Téllez llamó a la comunidad internacional y a la diáspora nicaragüense a mantener la presión y la demanda por la liberación de los reos de conciencia.

“Recordemos que esas presas y presos políticos dependen de nuestra energía y de nuestra voz. No podemos bajar la guardia”, concluyó.