Rosario Murillo “sofocada” en transmisión nacional con su carácter perturbador

Un inusual incidente se produjo este mediodía de viernes, 4 de julio, durante la alocución habitual de la codictadora Rosario Murillo, transmitida por televisión nacional. En un momento que buscaba proyectar su acostumbrada imagen de tranquilidad y control, Murillo se escuchó visiblemente sofocada y exasperada, revelando una faceta de su carácter que ha sido objeto de análisis y especulación.

El episodio ocurrió mientras la vicepresidenta leía lo que parecía ser una lista de actividades o datos. Un aparente desorden en sus papeles o una confusión al intentar hilar la información la llevó a tartamudear y exclamar: "A ver, es que esto está un poco desordenado". Acto seguido, se escuchó un resoplido marcado, el sonido de un objeto siendo lanzado y una exhalación profunda, antes de que lograra retomar la compostura y continuar con su mensaje.

Este breve pero notorio lapsus solo evidencia los altos niveles de estrés que enfrenta Rosario Murillo, reconocida por su intento de proyectar una imagen serena y mística, a pesar de las constantes críticas sobre su gestión y la situación sociopolítica del país. Sin embargo, incidentes como este refuerzan la percepción de que su temperamento puede ser explosivo, incluso ante contratiempos menores.

Carácter "perturbado"

Rosario Murillo ha sido calificada en diversas ocasiones, tanto por opositores como por analistas políticos, como una figura de carácter complejo y en ocasiones perturbado. A lo largo de su trayectoria, se han documentado episodios donde su fastidio o ira se hacen evidentes, especialmente cuando percibe contradicciones o fallas en la narrativa oficial.

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Su estilo de comunicación, a menudo cargado de retórica esotérica y grandilocuente, contrasta con momentos en los que la frustración la desborda, como el presenciado hoy.

Críticos y observadores señalan que la intensa presión de su rol y la gestión de la crisis en Nicaragua pueden estar influyendo en estas manifestaciones públicas de estrés, que ocasionalmente rompen con la fachada de calma que intenta mantener. El incidente de este mediodía, aunque menor en apariencia, ofrece un panorama de la tensión que podría estar manejando Murillo.