Arturo McFields: "La OEA está en agonía"
El diplomático y columnista nicaragüense Arturo McFields, exembajador ante la Organización de Estados Americanos (OEA), lanzó una dura crítica contra el rumbo actual del organismo tras la reciente Asamblea General. En un artículo publicado en Infobae, acusa a la OEA de haber perdido su propósito democrático, ceder ante regímenes autoritarios y convertirse en una estructura ineficaz dominada por la diplomacia caribeña y la influencia de China

Tras la reciente culminación de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), el diplomático y columnista Arturo McFields criticó la incidencia del organismo hemisférico y aseguró que se encuentra "en agonía". En un artículo de opinión publicado en Infobae, McFields no escatima en señalamientos, acusando a la OEA de haber perdido su rumbo y su capacidad para defender la democracia en la región.
McFields describió la última Asamblea General como un "evento desastroso que muestra la agonía de un organismo hemisférico que una vez pudo frenar golpes de estado, sacar a dictadores y evitar la instalación de nuevos regímenes autoritarios", según el columnista, el evento "comenzó con el pie izquierdo y controlada por la izquierda."
Una de las principales críticas de McFields se centra en la postura del nuevo Secretario General, Albert Ramdin, frente a los regímenes autoritarios en la región, quien declaró "no va a llamar dictador a Nicolás Maduro aunque la propia CIDH reconoce que es responsable de terrorismo de Estado".
Para McFields, esta postura es alarmante "El organismo hemisférico busca, por enésima vez, un enfoque amigable, de cohabitación y diálogo con el dictador de Venezuela. Tácitamente lo reconocen como dignatario, pese a su aplastante derrota electoral frente a Edmundo González Urrutia, el presidente legítimo", argumentó.
La crítica se extiende a la indiferencia de la OEA ante la situación de los presos políticos "Lo más triste de la OEA es que ya han determinado no llamar dictador a Maduro y por lo tanto no se atreven a exigir la liberación inmediata de casi mil presos políticos. No mencionan sus nombres, sus días de cárcel y tortura porque para la OEA no existe la tortura", lamentó el periodista.
Nicaragua y Cuba también son mencionados por McFields como ejemplos de la inacción de la OEA. De Daniel Ortega, señala que Ramdin "no quiere hablar de Ortega, quien gobierna con su esposa al estilo House of Cards. Un régimen que encarcela sacerdotes y obispos, expulsa a monjas, profana templos y confisca propiedades a diestra y siniestra. Ortega no es prioridad para la OEA", señaló.
En cuanto a Cuba, McFields afirma que "la nueva Organización de Estados Americanos abraza e idolatra a la tiranía de Cuba. Los países caribeños, que ahora controlan la OEA, ven a la dictadura de 66 años como su hermano mayor y amigo entrañable. Ignoran el calvario de 1,100 presos políticos de la isla."
El diplomático advierte sobre un "verdadero terremoto" en la OEA, con la creciente influencia de China y la posible retirada de Estados Unidos. "China ha entrado con más fuerza y quiere imponer su agenda, mientras, Estados Unidos, está a punto de patear la mesa y retirarse de una organización buena para nada. La democracia se cotiza a la baja y Pekín compra acciones." McFields describe un "choque entre China y Estados Unidos" durante la Asamblea General, donde "Las superpotencias intercambiaron mensajes sutiles sobre quien mandaba y quien quiere mandar en las Américas."
McFields lamenta que la "nueva OEA es ahora una empresa que administra recursos e imparte talleres." Y aunque se mencione la intención de "salvar Haití", el columnista es tajante: "Malas noticias: Haití hace rato que es un estado fallido y la OEA es corresponsable de su tragedia, por su indiferencia y apatía."
A pesar del sombrío panorama que pinta para la OEA, McFields rescata el papel de las misiones de observación electoral, calificándolas de "herramienta extraordinaria" por su "relativa independencia". Destaca el caso de México, donde las misiones emitieron un mensaje duro a pesar de la invitación del régimen.
Finalmente, McFields resalta el temor de la dictadura cubana a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), señalando que "la dictadura emitió una docena de comunicados paniqueados condenando la elección de Rosa María Payá, hija de Oswaldo Payá, asesinado por los hermanos Castro."
Añadió que "la decisión de ignorar que existen dictaduras en Cuba, Venezuela y Nicaragua es grave, peligrosa y sospechosa." Sin embargo, McFields deja claro que "el declive de la OEA no debe ser el fin de la lucha por la democracia. Las dictaduras de Cuba, Nicaragua y Venezuela seguirán siendo denunciadas por sus crímenes y aunque la OEA les de un cheque en blanco nosotros no lo haremos. ¡Jamás!", concluye el artículo.
Facebook
Visitar Facebook
X
Visitar X
Instagram
Visitar Instagram
Youtube
Visitar Youtube
LinkedIn
Visitar LinkedIn
WhatsApp
Visitar WhatsApp
Telegram
Visitar Telegram
Spotify
Visitar Spotify
TikTok
Visitar TikTok
Google Noticias
Visitar Google Noticias