Félix Maradiaga condena amenazas de Ortega contra diplomáticos y denuncia “soberanía del miedo”

El presidente de la Fundación para la Libertad de Nicaragua, Félix Maradiaga, rechazó las recientes amenazas del régimen de Daniel Ortega contra representantes diplomáticos en el país, calificando dichas declaraciones como un nuevo episodio del “aislamiento enfermizo” y una expresión del “profundo desprecio por el derecho internacional”.

Maradiaga respondió a las palabras de Ortega, quien advirtió que expulsaría a cualquier diplomático que se “entrometa en los asuntos internos” de Nicaragua. El opositor denunció que esta retórica no es un hecho aislado, sino parte de un patrón sostenido de hostilidad contra la comunidad internacional, que ha incluido la expulsión de embajadores, el cierre de oficinas de derechos humanos y la disolución de más de 5,670 organizaciones civiles, incluidas universidades y congregaciones religiosas.

“Ortega no está defendiendo la soberanía de Nicaragua; está proclamando la soberanía del miedo”, sentenció Maradiaga. Acusó al régimen de haber entregado información estratégica y territorio nacional a regímenes autoritarios como Rusia, China y Cuba, mientras arremete contra países democráticos que han denunciado sus abusos.

El opositor también criticó el uso de una canción oficialista como justificación para la política exterior del régimen, calificándolo como “un símbolo de la degradación institucional” del país. “Lo que en cualquier democracia sería un escándalo diplomático, en el régimen Ortega-Murillo se ha convertido en rutina”, añadió.

Maradiaga elogió el valor de los diplomáticos que han alzado la voz en defensa de los derechos humanos, asegurando que “no merecen amenazas, sino gratitud”. Reiteró que lo que Ortega llama “intromisión”, el mundo lo reconoce como “solidaridad”.

Finalmente, hizo un llamado a la comunidad internacional a no ceder ante la intimidación y a redoblar los esfuerzos para apoyar al pueblo nicaragüense. “No es momento de retroceder, sino de redoblar esfuerzos para que Nicaragua vuelva a ser una república libre, no un enclave del capricho dictatorial”, concluyó.