Henry Briceño: El llamado del padre Benito a los nicaragüenses
Henry Briceño urge a la oposición a escuchar el llamado del padre Benito Martínez, para la unidad este 30 de mayo, y luchar juntos contra la dictadura de Ortega y Murillo


Periodista Henry Briceño
El 30 de mayo de este 2025 es fecha propicia para hacer historia uniendo a las fuerzas opositoras que adversan al crimen institucionalizado de Ortega-Murillo. El treinta de mayo del 2018, día de las madres nicaragüenses, la dictadura realizó una sangrienta masacre en Managua, Estelí, Chinandega y Masaya.
“LA MADRE DE LAS MARCHAS”, fue en honor a las madres de las víctimas de Ortega y Murillo, así le había llamado gran parte de la población en las calles, cobijada por la bandera azul y blanco, demandando la salida pacífica de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Muy distante de todo partido político. Todo y todos por Nicaragua.
“LA MADRE DE LAS MARCHAS” había salido de la rotonda “Jean Paul Genie” hacia la Universidad Centroamericana (UCA), al llegar al sitio, tres y treinta de la tarde, los fusiles de guerra Dragonou fueron disparados desde el estadio Denis Martínez y las cabezas, cuello y pechos de jóvenes que encabezaban la marcha saltaban en pedazos. Era la presencia del ejército asesino de Ortega y Murillo haciendo lo que bien sabe hacer: ¡Matar!.
En Managua fueron asesinadas 11 personas, otras cuatro en Estelí y una en Masaya, para un total de 16. El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos informó sobre 16 fallecidos y 88 lesionados, contando a 3 muertos en Chinandega, 1 en Masaya, 4 en Estelí y 8 en Managua.
A raíz de la criminal “operación limpieza” perpetrada por Daniel Ortega y Rosario Murillo la unidad manifestada en las calles de Managua y resto del país, sin colores políticos, sin ideologías, menos “izquierdas,” “derechas”, “centro izquierda”, “centro derecha”, se desquebrajó.
Ya en el no deseado exilio la dispersión manifestada en algunos intereses personales roba cámaras, apetito por liderazgos se impuso y, lamentablemente, parece ser se mantiene a la fecha permitiendo que la dictadura Ortega Murillo se atornille aún más en la secuestrada Nicaragua. Los únicos responsables hemos sido nosotros ante la incapacidad de apartar soberbia y, en algunos casos, hasta sospechosos concubinatos con el Orteguismo.
No hemos sido capaces de coincidir para emprender estrategias claras de lucha frontal contra la dictadura y salvar del cáncer que carcome a la patria querida. Demasiadas plataformas, muchísimos intentos de unir a esos “valores dispersos” pero al final se imponen las ideologías sin faltar la soberbia. ¿Quién ha ganado durante estas discusiones estériles hoy en el exilio? La dictadura, nadie más que la dictadura.
Hoy el padre Benito Martínez, excarcelado, hace un vehemente llamado a la oposición nicaragüense disgregada por el mundo a buscar coincidencias sin condición alguna. Es un encuentro entre hermanos nicaragüenses que desean la liberación de Nicaragua y más temprano que tarde volver a la patria arrebatada. No cuesta nada asistir, no se pierde absolutamente nada, pero si se puede ganar. Es solo apelar un poco a la humildad por nuestra patria que cada día que pasa la destrozan más.
Muchos afirman que somos los nicaragüenses los que estamos en la obligación de sacar a la dictadura, pero ¿cómo? ¿Divididos? ¿Creando plataformas de “oposición” con rimbombantes siglas y membretes? Es seguir con el novedoso discurso de “no hay reales”, o continuar con pretensiones de imponer posiciones ideológicas, tendencias de izquierda, derecha, centro derecha, centro izquierda, demócratas etc., etc.
Recuerden, para la insurrección de abril del 2018 fuimos a las calles, pacíficamente, sin ideologías absurdas menos banderas políticas. Éramos nicaragüenses, enfrentados sin armas, a una asesina dictadura. Así pusimos el pecho ante el Aka, Dragonov y centenares se convirtieron en héroes y mártires otros salimos ilesos a continuar la batalla cívica, pero…el encontronazo con las contradicciones arraigadas en viejas costumbres, que en vez de sumar han restado, brindando espacio a los que hacen “oposición” denigrando a los que sí se oponen a la dictadura, pero sin olvidarse, algunos de estos últimos, de sus posiciones políticas e intereses personales que, también, contribuyen a la fragmentación entre nosotros mismos.
¿Cuesta mucho olvidarse de la soberbia, de ideologías políticas para dar el paso con un poco de humildad al llamado del padre Benito este treinta de mayo?. Es una oportunidad más de buscar coincidencias tras un común denominador que es deshacernos de la dictadura Ortega-Murillo. Si rechazamos con nuestra ausencia tal llamado podríamos estar condenando a nuestra nación a un estado familiar en donde los pocos que queden, dentro del país, tendrán que pedir permiso a sus propios verdugos para visitar el sanitario o pagar un tributo por rendirle pleitesía a un par de criminales.
El padre Benito ya invito y ha sido claro con su pensamiento de cara a reunificar a la oposición con el fin de hablar y si hay mínima coincidencia crear las estrategias necesarias para el retorno a nuestra tierra. A nuestro país que cada día pretende Ortega-Murillo hacernos creer que ya no somos nicaragüenses. Si buscamos coincidencias en medio de este drama podríamos volver al terruño, tendríamos la esperanza más cerca de volver a reconstruir nuestra nación. La pelota está en la cancha de todos los que hemos sido víctimas de la dictadura. Juguemos, nada perdemos y mucho podríamos ganar.
Por mi parte creo en el Padre Benito cuando dice: “Tengan confianza, nicaragüenses, estamos luchando por ustedes, por rescatar a Nicaragua y hacer de Nicaragua una Nicaragua grande para todos, donde solamente los malhechores no tienen cabida”.
Henry Briceño Portocarrero, es periodista, activista político, desterrado y confiscado.
Facebook
Visitar Facebook
X
Visitar X
Instagram
Visitar Instagram
Youtube
Visitar Youtube
LinkedIn
Visitar LinkedIn
WhatsApp
Visitar WhatsApp
Telegram
Visitar Telegram
Spotify
Visitar Spotify
TikTok
Visitar TikTok
Google Noticias
Visitar Google Noticias