Dictadura en Nicaragua no pudo callar a 100% Noticias, a 7 años estamos con más audiencia que nunca

Como periodista puedo decir con total convicción que valió la pena realizar la cobertura de una etapa histórica tan dolorosa y crucial como lo fue —y sigue siendo— la represión sistemática del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, ha sido una responsabilidad inmensa. 

Desde 100% Noticias estuvimos en primera línea documentando violaciones a los derechos humanos: detenciones arbitrarias, asesinatos, desapariciones forzadas, tortura, represión contra manifestantes pacíficos. No fuimos observadores lejanos, lo vivimos, lo sentimos, lo lloramos junto al pueblo, especialmente con las madres que aún esperan justicia por sus hijos asesinados.

El régimen nos robó nuestras instalaciones, nos encarceló, nos desterró, nos despojó de nuestra nacionalidad y sigue tratando de destruir nuestra reputación. Pero no lograron callarnos. Porque la verdad no se puede encerrar, ni exiliar, ni confiscar. La verdad sigue viva en cada nicaragüense que resiste, que recuerda, que denuncia.

Doy gracias a Dios porque sigo viva y en libertad, porque me permite seguir ejerciendo el periodismo desde el exilio en Costa Rica, llevando información a quienes están dentro y fuera del país. La dictadura no ha logrado frenar la única voz que sigue resonando con fuerza: la voz del periodismo independiente. Por eso nos atacan, porque nuestro trabajo sigue teniendo impacto. Porque seguimos siendo creíbles, necesarios, cercanos a la gente.

Aunque enfrentamos muchas limitaciones económicas, hemos recibido un respaldo invaluable: el de nuestra audiencia, que lee nuestras noticias, que comparte nuestros videos y nos ayuda a monetizar nuestros contenidos. También hemos contado con el apoyo de organizaciones y países que entienden que defender la libertad de prensa es defender la democracia misma. No hay democracia posible sin una prensa libre.

Estoy convencida de que los días del régimen están contados. La libertad se acerca. Y cuando llegue, será un milagro de Dios. Un milagro por el que muchos hemos trabajado, resistido y sobrevivido.

Nicaragua debe glorificar a Dios

En el futuro, yo me imagino una Nicaragua que glorifica a Dios cada día, porque solo Él nos podrá liberar de esta dictadura opresiva que ha sembrado miedo, dolor y muerte durante tantos años. Desde abril de 2018, se encendió una llama que no se ha apagado. Dios ha ido revelando la verdad, y está arrancando de raíz esa maldad profunda: la corrupción, la impunidad, el autoritarismo, la cultura de odio que ha marcado la historia de nuestro país por décadas.

Visualizo una Nicaragua en libertad. Una Nicaragua donde podamos regresar todos los que hoy estamos en el exilio, sin restricciones, sin temor, sin represalias. Un país donde pensar diferente no sea motivo de cárcel o exilio, donde nadie pierda su nacionalidad por decir la verdad.

Sueño con una Nicaragua democrática, con un verdadero Estado de derecho, con justicia para las víctimas y castigo para los responsables de los crímenes cometidos. Una Nicaragua con libertad de expresión, libertad de prensa, libertad de religión. Una sociedad reconciliada, donde se promueva la paz, la educación, el desarrollo y la esperanza.

Estoy segura de que quienes estamos afuera volveremos llevando en el corazón lo mejor que aprendimos en cada país de acogida, con la firme voluntad de reconstruir una nación más justa, solidaria y libre. El cambio ya comenzó. Lo que nació en abril no fue un momento, fue un movimiento. Y ese movimiento nos llevará a la libertad.