Obispo Silvio Báez: “Recordemos hoy a quienes han sido asesinados por la represión criminal de las dictaduras”

En el marco del Día de los Fieles Difuntos, este domingo 2 de noviembre, el obispo auxiliar de Managua en el exilio, monseñor Silvio Báez, dedicó su homilía a honrar la memoria de los seres queridos fallecidos y de las víctimas de la represión y la injusticia, especialmente aquellas que perdieron la vida por soñar con una sociedad más humana, justa y democrática.

Desde la Iglesia Católica Santa Agatha, en Miami, donde preside cada semana la misa dominical, Báez recordó que esta fecha “no solo nos invita a mirar la muerte con fe y esperanza, sino también a mantener viva la memoria de los que fueron injustamente arrebatados por la violencia”.

“Recordamos hoy también las muertes que no debieron ocurrir. Recordamos con dolor a quienes han sido víctimas de la injusticia: hombres, mujeres y niños cuyas vidas fueron arrebatadas por la violencia —asesinatos, desapariciones, migración forzada, hambre, guerras, represión de sistemas totalitarios—. Especialmente recordemos hoy a quienes han sido asesinados por la represión criminal de las dictaduras de nuestros países, la mayor parte de ellos jóvenes estudiantes, simplemente porque lucharon por sus ideales de libertad, protestaron contra la injusticia y soñaron con una sociedad más humana, justa y democrática”, denunció el prelado desde el púlpito.

Durante su prédica, Báez insistió en que el recuerdo de las víctimas debe convertirse en motor de justicia y transformación social, no solo en dolor.

“Su memoria clama por verdad, reparación y justicia. Al recordar a las víctimas de la represión, los recordamos con cariño y gratitud y oramos por ellos, pero también debemos sentir la necesidad de reclamar la verdad de sus muertes, exigir que se establezca la responsabilidad de los culpables ante la justicia internacional y se trabaje eficazmente en la reparación de las víctimas. La impunidad hiere la esperanza e impide la paz”, subrayó.

El obispo, crítico, vinculó el mensaje cristiano con la defensa de la dignidad humana y el reclamo por la verdad en sociedades marcadas por la represión.
“La fe no permite que la memoria de las víctimas se convierta en mero lamento; más bien la convierte en impulso para exigir justicia y trabajar por la conversión social y el compromiso en favor de la vida”, agregó.

En otro momento de la homilía, Báez reflexionó sobre el sentido de la muerte y el peligro de una cultura que busca ocultarla.

“Vivimos en una cultura que trata de ocultar la muerte, que la ve como un elemento perturbador. No nos gusta hablar de ella, pero los cristianos, en lugar de ignorarla o sentir miedo ante ella, la miramos con fe en Cristo, Señor de la vida y de la muerte”, expresó.

El obispo animó a los fieles a no dejar que el tiempo borre la grandeza ni la dignidad de quienes han partido y a hacer memoria activa de los que ya no están:

“Con el pasar del tiempo, el misterio de cada persona está expuesto al olvido. Los cristianos sabemos que solo en Jesús conservamos el recuerdo de quienes han muerto. En la eucaristía, al partir el Pan, la comunidad se encuentra con Cristo y con todos los que nos han precedido”.

Finalmente, Báez pidió orar por las familias que lloran a sus muertos y por quienes siguen buscando justicia:
“Pidámosle al Señor consuelo para los que lloran la muerte de sus seres queridos, luz para quienes buscan sentido en la vida, fe fuerte para quienes sienten temor a la muerte y coraje para quienes trabajan por la justicia en favor de las víctimas”, concluyó el religioso.