Nicaragüense Brayan Cabrera compite para viajar al espacio con Blue Origin

Cuando era niño, Brayan Cabrera miraba el cielo y se preguntaba qué había más allá de las nubes. Hoy, a sus 19 años, ese mismo niño convertido en soñador y migrante está más cerca que nunca de tocar las estrellas. 

Compite entre miles de jóvenes del mundo por un lugar en la misión espacial de Blue Origin, con la meta de convertirse en el primer astronauta nicaragüense de la historia.

“Representar a Nicaragua y convertirme en el primer astronauta de mi país ha sido mi meta desde que era niño. Crecí con una gran pasión por la aviación y la exploración espacial. Pasaba horas soñando con las estrellas y con la idea de que, algún día, podría viajar al espacio”, contó en una entrevista con 100%Noticias.

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Actualmente, Brayan reside en Goose Creek, South Carolina, adonde emigró en 2022 junto a su tío. Allí combina su trabajo en una empresa de transporte de cerámica con sus estudios de inglés. Su camino, sin embargo, no ha sido fácil.

De cruzar la frontera a soñar con el espacio

“Entré por la frontera, caminando. Me entregué a Inmigración y estuve bajo custodia por cuatro meses y 18 días, hasta que me dejaron ir porque era menor de edad. Tenía 16 años en ese momento”, recuerda.

Pese a las adversidades, Brayan no se rindió. Logró graduarse en 2024 de Goose Creek High School, un logro que considera uno de los más significativos de su vida. “No fue fácil adaptarme al idioma ni al sistema educativo, pero con esfuerzo lo logré. Recibí una carta de felicitación del gobernador de South Carolina y de dos senadores estatales. Eso me motivó a seguir adelante con mis sueños”, contó orgulloso.

Un nicaragüense entre los 100 finalistas del programa SERA Space

En 2025, Cabrera fue seleccionado entre los primeros 100 finalistas de más de 20,000 aspirantes internacionales del programa SERA Space, una plataforma global que ofrece entrenamiento real para astronautas y busca a cinco jóvenes de países sin representación espacial para participar en una futura misión suborbital con Blue Origin.

Por Nicaragua también participa Roxy Williams, originaria del Caribe, quien se ubica en la posición 37, mientras que Brayan figura en la 32. Solo los primeros 50 clasificarán a la siguiente etapa.

“El proceso de selección es muy competitivo y combina mérito, preparación y votos del público. Por eso necesito el apoyo de la gente, especialmente de mi país. Ser parte de este programa me acerca a la posibilidad de hacer historia por Nicaragua”, expresó.

De Chinandega a las estrellas: una historia que inspira

A través de su campaña digital, Brayan ha encontrado un ejército de apoyo que crece cada día. “Estoy haciendo toda mi campaña a través de TikTok, porque es donde más apoyo estoy recibiendo y estoy obteniendo muchos puntos. También tengo una cuenta en X y un canal de YouTube, pero mi enfoque principal está en TikTok y en un grupo de Telegram, donde estoy reuniendo a la gente para que me apoyen cuando llegue la fase dos de votaciones”, explicó.

En esta primera etapa, los aspirantes acumulan puntos mediante la interacción del público: cada vista, comentario o “like” suma. En la siguiente fase, las votaciones se harán oficialmente a través de la aplicación de Telegram, y en la tercera —la más decisiva— serán seleccionadas solo diez personas de distintas partes del mundo para participar en entrenamientos y transmisiones científicas.

“Ser seleccionado entre los primeros 100 de 20,000 aspirantes es un honor enorme, pero también una gran responsabilidad. Este sueño no es solo mío, es de Nicaragua y de toda la comunidad latina. Necesito el apoyo de mi gente, de mi país, y de todos los que creen que un joven puede romper barreras y llevar la bandera de Nicaragua al espacio por primera vez”, dijo emocionado.

Un mensaje de esperanza para los migrantes y los jóvenes

Más allá de su aspiración científica, Brayan quiere inspirar a quienes, como él, salieron de Nicaragua buscando un futuro mejor. “Como inmigrante, quiero demostrar que los límites no existen. Nuestra historia no termina cuando emigramos: podemos representar a nuestra tierra desde cualquier lugar del mundo.”

Su determinación y optimismo lo han convertido en un símbolo de superación para jóvenes nicaragüenses dentro y fuera del país. “Mi sueño es que cada niño y joven nicaragüense vea que, aunque vengan de un país pequeño o de situaciones difíciles, pueden alcanzar las estrellas si se lo proponen.”

Mientras continúa su preparación y compite por votos en línea, Brayan Cabrera sigue mirando el cielo con la misma pregunta que lo acompañó desde la infancia en Chinandega: ¿qué hay más allá de las estrellas?

Y ahora, quizás, está más cerca que nunca de descubrirlo.