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Entre retos, fe y ciencia: el camino migrante del doctor Kenneth Meza en EEUU

El médico nicaragüense Kenneth Meza Monge acaba de hacer historia: venció a universidades como Harvard y se alzó con el Premio al Nuevo Investigador 2025 de la Shock Society en EE.UU. Conoce su inspiradora historia de esfuerzo, fe y migración desde Matiguás hasta los laboratorios de Colorado

Junio 09, 2025 08:30 AM
Entre retos, fe y ciencia: el camino migrante del doctor Kenneth Meza en EEUU

Desde las montañas de Matiguás hasta los laboratorios de investigación médica más avanzados de Estados Unidos. Así podría resumirse, en una línea, la extraordinaria travesía del médico nicaragüense Kenneth Meza Monge, quien ganó el Premio al Nuevo Investigador 2025, otorgado por la prestigiosa Shock Society. Un reconocimiento que lo coloca no sólo como un referente en el campo de la medicina, sino como un símbolo de esperanza para miles de jóvenes latinoamericanos y migrantes que luchan por sus sueños.

Este logro no es solo mío, es de Nicaragua, de mi familia, de mis profesores, de todos los que creyeron en mí antes de que yo creyera en mí mismo”, dice Meza, con una mezcla de humildad y orgullo.

De Tierra Blanca al mundo

Kenneth Meza Monge nació y creció en Matiguás, municipio del departamento de Matagalpa, al norte de Nicaragua. Su niñez transcurrió entre los campos de la comunidad rural Tierra Blanca y la finca de sus abuelos. 

“Yo no vengo de los mejores colegios de Nicaragua. Estudié en el colegio de mi municipio y me formé en la universidad pública porque no teníamos recursos para una privada”, confesó Meza a 100%Noticias.

Meza Monge nació y creció en Matiguás, municipio del departamento de Matagalpa. 

Sus palabras no son una queja, sino una afirmación cargada de orgullo. Con esfuerzo y una convicción que fue creciendo poco a poco, Meza logró ingresar a la carrera de Medicina en la UNAN Managua, donde más tarde se convertiría en alumno ayudante, dando clases a otros estudiantes de cursos inferiores en materias como fisiología y biofísica.

El momento de decidir

Curiosamente, Meza no siempre soñó con ser médico. “Creo que no estaba seguro si quería ser médico hasta que ya estaba en tercer año de medicina”, recuerda entre risas. De hecho, en su adolescencia soñaba con ser ingeniero aeronáutico. La falta de esa carrera en Nicaragua lo hizo replantearse sus opciones.

Fue su madre quien plantó la semilla de la medicina en su mente, llevándolo incluso a la necroteca de la UNAN-Managua, donde vio por primera vez cuerpos momificados utilizados en las prácticas de anatomía. “Eso captó mi atención. Me encantan los retos, y medicina era uno enorme”, afirma.

En su adolescencia, Meza Monge soñaba con ser ingeniero aeronáutico. 

Fe, ciencia y vocación

Uno de los pilares fundamentales en la vida de Kenneth es la fe. “Poner a Dios primero ante todas las cosas es lo primordial. Cuando trabajas con el corazón y con pasión, el éxito eventualmente llega. Aunque no lo busques, Dios recompensa el esfuerzo”, asegura.

Para Meza, su vocación va más allá de la consulta médica. “Me encanta enseñar, siento que aprendo dos veces, y también amo la investigación. Poder aportar a la ciencia es una forma de servir”, señala. Fue precisamente esa pasión por la investigación lo que lo llevó a cruzar fronteras y continuar su formación científica en Estados Unidos.

Meza se graduó en la carrera de Medicina en la UNAN Managua.
Un migrante en la ciencia

Hoy, Kenneth reside en Colorado, donde trabaja en el Departamento de Cirugía de la Universidad de Colorado, específicamente en la división de cirugía de trauma. La Shock Society, que otorga el premio que ahora ostenta, reúne a médicos y científicos que buscan desarrollar terapias avanzadas para pacientes con trauma, sepsis y quemaduras.

Competía contra representantes de universidades como Harvard y la Universidad de Viena, pero fue su propuesta investigativa la que se alzó con el primer lugar. “Es la primera vez que la Universidad de Colorado gana este premio. Y es un latino, un migrante, quien lo gana. Eso me llena de orgullo”, declaró Meza en una entrevista con 100%Noticias.

Voz para las minorías

La comunidad científica en Estados Unidos, especialmente en el ámbito de la medicina, está ampliamente dominada por profesionales de origen estadounidense, europeo y asiático. “Somos muy pocos los latinos aquí, una minoría. Y quiero ser una voz para esas minorías”, expresa Kenneth.

Su historia, cree, puede ser una fuente de inspiración para muchos. “Yo también viví un duelo al migrar. El primer año fue muy difícil. Tuve que adaptarme, perfeccionar el idioma, abrirme camino en un sistema totalmente nuevo. Pero se puede. No importa de dónde vengas ni cuántos obstáculos haya. Cada historia es distinta, pero siempre se puede luchar”, insiste.

"Se puede. No importa de dónde vengas ni cuántos obstáculos haya. Cada historia es distinta, pero siempre se puede luchar", dijo Meza. 

Futuro prometedor

El camino de Kenneth Meza no se detiene con este premio. Actualmente está finalizando un postdoctorado en biología molecular, una maestría en biomedicina y biotecnología, y se prepara para comenzar su residencia en cirugía general. Su objetivo es claro: convertirse en cirujano de trauma y, más adelante, establecer su propio laboratorio de investigación.

“Tengo la visión de, algún día, poder crear un programa que permita a jóvenes científicos de Nicaragua y Latinoamérica venir a Estados Unidos, formarse, vivir esta experiencia. Aunque tengamos limitantes, podemos hacer ciencia y marcar la diferencia”, asegura.

Médico nicaragüense Kenneth Meza Monge, gana Premio al Nuevo Investigador 2025, otorgado por la prestigiosa Shock Society.

Su familia ha recibido la noticia con lágrimas, alegría y orgullo. “Todavía sigo recibiendo mensajes, llamadas… Y no he tenido tiempo de leerlos todos”, dice. Kenneth sabe que este reconocimiento lleva consigo una gran responsabilidad. “Sigo representando a Nicaragua en todo lo que hago. Y este es solo el comienzo”.

A quienes hoy miran sus sueños como algo lejano o imposible, especialmente migrantes que se sienten perdidos o desarraigados, Meza les deja un mensaje claro:

No se den por vencidos. Se puede. Yo vengo de Matiguás, de una comunidad rural, de una familia humilde. No estudié en los mejores colegios ni universidades privadas. Pero con trabajo, fe y enfoque, sí se puede. Siempre habrá quien quiera ponerte el pie, pero también quien te tienda la mano. Hay que seguir adelante”.

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