De lavaplatos a Universidad de Yale, joven nicaragüense logra beca tras emigrar a EEUU

El nicaragüense Norman Morales, estudiante de último año en Chalmette High School en Luisiana, celebró con emoción su admisión con beca completa a la prestigiosa Universidad de Yale. Es un logro que representa más que excelencia académica: es el resultado de doce años de sacrificios, desafíos y perseverancia, compartidos con su madre, Kathlyn Morales, una mujer que emigró sola con sus hijos desde Nicaragua buscando un futuro mejor.

Según reportó FOX8, Kathlyn aún recuerda aquellos días difíciles en los que su hijo, siendo apenas un niño, llamaba desde la escuela diciendo sentirse enfermo para que ella fuera por él. "Solía llamar desde la escuela y decir: 'Me siento enfermo, mamá. ¿Puedes venir a recogerme?'", rememoró ella.

Norman tenía solo siete años cuando ambos llegaron a Luisiana en 2013. La adaptación no fue fácil: idioma desconocido, pocas amistades, y una madre que no dominaba el inglés. “Los primeros dos años fueron duros. No conocía el idioma. No tenía amigos”, confesó Norman.

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Ambos entendieron rápidamente que aprender inglés sería esencial para avanzar. “Sabía que tenía que aprender el idioma porque las buenas calificaciones resultaban en un futuro mejor”, añadió.

Mientras Norman luchaba por adaptarse, Kathlyn trabajó incansablemente para sostener a su familia. “Había trabajado en restaurantes. Había trabajado en hospitales. Había trabajado en la limpieza de la casa”, explicó.

A pesar de las barreras, Norman sobresalió en lo académico y poco a poco se convirtió en un apoyo vital para su madre, ayudándola con traducciones, formularios escolares, e incluso explicándole los menús en restaurantes.

Un mes antes de su graduación como mejor alumno de Chalmette High, Norman llevó a su madre por primera vez a recorrer los pasillos de su escuela, una experiencia que ella misma nunca tuvo. Ese acto simbólico cerró un ciclo de lucha constante y marcó un antes y un después en su historia compartida.

En diciembre de 2024, llegó el esperado correo: Norman había sido aceptado en Yale con una beca completa a través del programa QuestBridge National College Match. “Cuando (mi mamá y yo) nos vimos en persona, no se dijeron palabras. Fueron palabras mutuas: lo logramos. Lo logramos”, dijo Norman con emoción.

Kathlyn, por su parte, nunca imaginó que sería reconocida públicamente por su rol como madre. Su hijo la nominó para el premio al Padre del Año en Chalmette High, describiendo cómo, aunque no podía asistir a eventos escolares por barreras laborales y del idioma, su apoyo y amor nunca faltaron. En abril, Kathlyn fue homenajeada por el Distrito Escolar de la Parroquia de St. Bernard.

“Ninguna mejor amiga, ninguna otra persona puede relacionarse conmigo tanto como mi madre, porque hemos pasado por las mismas dificultades. Pasamos por todo juntos”, expresó Norman.

Ahora, su meta es clara: devolverle a su madre todo lo que ha sacrificado. “Solo quiero llegar a una posición que tenga un trabajo que me dé el salario que me ayude a cubrir las necesidades de ella y hacerla vivir en un lugar donde no tenga que estresarse por la próxima factura”, dijo. A lo que su madre respondió con una sonrisa: “Por favor, registre eso. Mándamelo. Porque lo necesito como prueba”.

Norman planea estudiar negocios y derecho en Yale, con el objetivo de especializarse en derecho de inmigración. Su historia es un poderoso testimonio del amor maternal, la resiliencia migrante y el poder transformador de la educación.