Bloque Centro Derecha respalda medidas de EE.UU. y afirma que el totalitarismo no puede ser socio comercial

El Bloque Centro Derecha (BCD) y sus aliados emitieron este 27 de octubre un comunicado en el que respaldan las acciones recomendadas por la Oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos (USTR) frente a las “prácticas irrazonables” del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

El bloque sostuvo que las sanciones comerciales y la posible suspensión de beneficios del Tratado de Libre Comercio (CAFTA-DR) son la consecuencia directa de la represión, la corrupción y el desmantelamiento del Estado de derecho impulsados por el sandinismo.

“El régimen ahora sacrifica la economía en beneficio de su totalitarismo”, advirtió el BCD, al señalar que el anuncio de la USTR constituye una respuesta jurídica y política contundente ante las violaciones sistemáticas de derechos humanos, laborales y religiosos en el país.

La USTR actuó bajo la Sección 301 de la Ley de Comercio de 1974, que permite imponer contramedidas a gobiernos que afectan el comercio estadounidense. En su resolución, el organismo documenta abusos laborales, multas arbitrarias de la DGI y la DGA, trabajo infantil, confiscación de bienes —incluidos los de ciudadanos estadounidenses—, cierre de universidades como la UCA y de cámaras empresariales, entre ellas AmCham.

“El costo que hemos pagado los nicaragüenses por la represión ya no se mide únicamente en el número de exiliados o presos políticos, ahora se medirá también en empleos y oportunidades perdidas”, alertó el bloque opositor.

El BCD señaló que los sectores exportadores enfrentarán aranceles de hasta el 100 %, lo que reducirá las divisas y afectará la economía nacional.

“El libre comercio requiere instituciones democráticas, el imperio de la ley y respeto a los tratados internacionales”, subraya el comunicado.

Finalmente, el Bloque Centro Derecha consideró que la decisión de la USTR marca “un punto de inflexión” en la respuesta internacional al totalitarismo del sandinismo y llamó a los nicaragüenses a organizarse para impulsar una transición pacífica hacia la democracia, convencidos de que “con el sandinismo el país no tiene futuro”.